Concurrence économique et consommation
31 d'March, 2020
Transferencia de Tecnología e Innovación contra el COVID – 19
Por: Manuel Guerrero Gaitán - Ph.D
En medio de la ola de noticias negativas que nos golpea a todos por estos días, iniciativas como la que aquí presentamos nos recuerdan que los mejores recursos que tienen todos los países son el conocimiento y la cooperación.
Como es bien sabido, uno de los dispositivos médicos más necesarios en este momento son los respiradores que, debido a múltiples factores, se han convertido en un bien escaso y de altísima demanda a nivel mundial. Pues bien, diferentes equipos de investigación universitaria y estatal han dedicado ingentes esfuerzos dirigidos a solucionar el problema de la escasez de estos dispositivos.
Ahora bien, cabe preguntarse cómo se sitúa la disciplina de la propiedad intelectual y la transferencia de tecnología en esta discusión. Lo primero que debemos decir es que la tecnología alrededor de la fabricación y producción de respiradores artificiales está protegida por derechos de patentes en muchos países[1].
Recordemos que las patentes son básicamente un contrato social en el cual el inventor, como contraprestación de poner su desarrollo en el estado de la técnica, obtiene un periodo en el cual podrá explotar su invención de forma exclusiva. Este aspecto teórico del derecho de patentes que constituye su pilar fundamental cobra ahora más que nunca una relevancia inusitada. En efecto, el uso del conocimiento que ha sido puesto a disposición de la sociedad a través de la publicación de las solicitudes de patentes o de las patentes concedidas, según sea el caso, puede ser utilizado libremente por todo aquel que lo necesite, si dicha patente no se concedió en el territorio del interesado (caso colombiano) o si habiéndose concedido, ha perdido vigor, bien sea por el paso del tiempo o por la falta de pago de las anualidades respectivas.
No olvidemos que también existe el régimen de licencias obligatorias para casos como este, pero por la complejidad del tema y sus implicaciones sociales, políticas y económicas estamos seguros de que será objeto de exhaustivos análisis posteriores.
Así las cosas, es preciso sostener que el conocimiento tecnológico contenido, no solamente en las publicaciones científicas, sino en las patentes solicitadas y concedidas alrededor del mundo deben ser el punto de partida para las iniciativas dedicadas a la producción y desarrollo de nuevos ventiladores.
No obstante, la tarea es titánica y con grandes obstáculos como los recursos económicos y logísticos, sobre todo si tenemos en cuenta que estamos en una frenética carrera contra el tiempo. Es por eso, como lo mencionábamos en el primer párrafo de este escrito, la cooperación se ha erigido como una de las principales armas para vencer el virus.
Las primeras muestras se han dado con la rápida reacción de China al compartir el genoma del virus en línea[2], pero también se han dado iniciativas como la del equipo de fórmula 1 de la famosa marca Mercedes Benz que junto con la University College London Hospitals NHS Foundation Trust han desarrollado un dispositivo que lleva oxigeno a los pulmones de los pacientes, ayudando a respirar a los pacientes sin tener que usar sedación y sin el uso de un respirador[3], si las pruebas son exitosas la empresa Mercedes-AMG-HPP estaría en capacidad de producir más de mil unidades al día.
En este contexto la innovación abierta y la economía colaborativa se abren paso rápidamente. Un ejemplo lo encontramos en el “Ventilator consortium” en donde se reúnen, entre otros, BAE Systems, Ford, Rolls-Royce and Siemens[4].
Pero Mercedes y Ford no son las únicas compañías automotrices que se están volcado a la producción de respiradores, al otro lado de Atlántico, General Motors, anunció el viernes que estaba cooperando con el productor de equipos médicos Ventec Life Systems para elevar la producción de respiradores necesarios para tratar a los pacientes más graves de COVID-19. De igual manera, centros de investigación y desarrollo de tecnología 3D de Hewlett Packard en Barcelona, San Diego y Vancouver han iniciado estrategias de cooperación a nivel mundial con el fin de lograr un aumento en la producción de mascarillas, protectores faciales, ajustadores de mascarillas, hisopos nasales, abridores de puertas con manos libres y piezas de respiradores y satisfacer las necesidades más urgentes[5].
Esta esperanzadora conducta ha encontrado eco en el proyecto denominado “Open COVID Pledge[6] con el cual se busca que las empresas y las universidades otorgaren licencias gratuitas para sus patentes, derechos de autor y otros derechos de propiedad a cualquier persona que desarrolle tecnologías para el diagnóstico, prevención o tratamiento de Covid-19.
Pero las iniciativas no solamente son internacionales, en Colombia es necesario resaltar diferentes proyectos liderados por universidades públicas que se ponen en la difícil tarea de afrontar esta difícil situación.
La universidad Nacional de Colombia ha creado El grupo “Covid19 Crisis Colombia” en donde participan, voluntarios de varios Hospitales (HUN, San José y Militar), Universidades Nacional-Bogotá, Central, MIT, Toronto), y la Sociedad Colombiana de Ingenieros. Este grupo formado por diferentes áreas del conocimiento, como médicos de centros de investigación, de unidades y especializaciones en medicina de urgencias y de cuidados intensivos de los hospitales, ingenieros de todas las especialidades, matemáticos, físicos, estadísticos, arquitectos, economistas y sociólogos desarrollará diferentes líneas de trabajo relacionadas con el virus[7].
Por su parte, un equipo de investigadores de la Universidad de Antioquia, en alianza con varias empresas del sector privado está trabajando en un prototipo de respirador artificial de bajo costo.
Ahora bien, no solamente se trata de utilizar el contenido del estado de la técnica, sino apoyarse en él para lograr nuevas soluciones a los mismos problemas. Un ejemplo lo encontramos en la Universidad del Quindío en donde, con el fin de no replicar los esfuerzos realizados por otras instituciones educativas, el trabajo se dirige fundamentalmente a consiste en producir respiradores de bajo costo, pero a diferencia de la iniciativa anterior, esta está fundamentalmente enfocada a pacientes menos críticos de mediana edad o adultos jóvenes, “que podrían encontrar en estos dispositivos de emergencia una alternativa para enfrentar las condiciones del estado avanzado de la infección, sin estresar aún más las pocas Unidades de Cuidados Intensivos disponibles.”
De las experiencias descritas en las líneas anteriores quedan importantes lecciones. En primer lugar, la importancia de la tecnología para mitigar las amenazas globales; ahora más que nunca se hace palpable que el mayor recurso de la humanidad no está en el subsuelo, sino en el intelecto. En segundo lugar, que la transferencia de esos conocimientos tecnológicos no hace otra cosa que crear canales de comunicación que hacen posible que surja la creatividad fomentada por la cooperación de diferentes disciplinas y diferentes puntos de vista. Finalmente, es una excelente oportunidad para que ante la adversidad se depongan intereses individualistas y así observar los excelentes resultados que se presentan cuando la triple hélice (Universidad, Estado y Empresa) actúan de una forma armónica para alcanzar un fin superior.
[1] El profesor Oscar Lizarazo recientemente realizó una búsqueda en la que determinó preliminarmente que los mayores productores de estos dispositivos DRAEGER, Dräger GmbH, Hamilton, imt medical AG y Ventisim no tienen patentes concedidas y vigentes en Colombia.
[2] Carlos Augusto Conde Gutiérrez, I+D y Propiedad Intelectual ante la Pandemia Covid-19, blog de propiedad intellectual propintel, https://propintel.uexternado.edu.co/id-y-propiedad-intelectual-ante-la-pandemia-covid-19/, citando a Roujian Lu and others, ‘Genomic Characterisation and Epidemiology of 2019 Novel Coronavirus: Implications for Virus Origins and Receptor Binding.’ (2020) 395 Lancet (London, England) 565 <http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/32007145.
[3] Fergus Walsh, Coronavirus: Mercedes F1 to make breathing aid, disponible https://www.bbc.com/news/health-52087002
[4] Michael Bow Engineers seconded to UK ventilator consortium to aid NHS shortfall, disponible en
[5] HP moviliza equipos de impresión 3D para fabricar insumos para hospitales, Disponible en https://www.elespectador.com/coronavirus/noticias-tecnologicas-de-la-semana-el-apoyo-de-los-gigantes-tecnologicos-la-lucha-contra-el-articulo-911885
[6] https://opencovidpledge.org/
[7] A continuación, la lista completa de las líneas de trabajo del grupo. 1. Diseño y prueba de ventiladores de bajo costo y producción rápida. 2. Diseño y prueba cánulas de alto fuljo (High Flow Nasal Cannula (HFNC)). 3. Diseño y prueba de materiales, estrategias y medios efectivos de protección de fácil implementación y de rápida producción para el personal médico y para población en general. 4. Desarrollo de aplicaciones de imágenes médicas + telemedicina + machine learning. 5. Desarrollo de diseños, metodologías, estrategias de operación (logística) para:
– Adaptar hospitales existentes, adaptar otras infraestructuras (hoteles, escuelas, universidades) y establecer hospitales de campo para tratar infectados graves.
– Establecer “arcas de Noe“ en infraestructuras masivas (universidades, auditorios, estadios, parques, etc.) para la contención potenciales infectados e infectados con síntomas leves. 6. Diseño de estrategias de apoyo a las empresas de servicios públicos para garantizar la conexión y la continuidad de los servicios públicos críticos (energía, agua, comunicaciones) para la infraestructura del sistema de salud y en lo posible para la población en general. 7. Apoyar los equipos de multidisciplinarios que están asesorando gobierno nacional, al gobierno distrital y a otros gobiernos locales en el desarrollo, ajuste y uso de modelos epidemiológicos, logísticos, econométricos, etc. para la toma de decisiones.